La medición acústica es un proceso clave para evaluar, comprender y mejorar las características acústicas de una sala, oficina o habitación. También, es sumamente importante para cumplir con las normativas y regulaciones ambientales en cuanto a niveles de ruido y aislamiento acústico. Por ejemplo, en espacios públicos como bares y restaurantes para evitar molestar a los vecinos y prevenir multas o sanciones.
Este proceso se realiza utilizando equipos de medición especializados, como micrófonos, analizadores de espectro y decibelímetro y más. En la práctica hacemos dos mediciones diferentes:
Acondicionamiento Acústico
- El primer paso en la medición acústica es la preparación del equipo. El micrófono debe estar calibrado y y la bocina debe ser lo más transparente posible. El micrófono debe ser omnidireccional y debe estar colocado en el lugar donde se quiere medir el sonido o sweetspot, y la bocina debe de estar en la posición de la fuente de sonido.
- Una vez que el equipo está preparado, se pueden realizar las mediciones. El objetivo de la medición acústica es recopilar datos sobre las características del sonido en un espacio. Por la bocina se reproduce un sweep o barrido de frecuencias que va de 20 a 20,000 Hz y esto es captado por el micrófono.
- Se repite la medición en diferentes puntos del cuarto para evitar que el micrófono este posicionado en un nodo o antinodo.
- Se analizan los datos que recopiló tu software de análisis, principalmente la respuesta de frecuencia y el tiempo de reverberación.
- El tiempo de reverberación se mide utilizando esta técnica. Un impulso de sonido se emite en la habitación y se mide el tiempo que tarda el sonido en disminuir a un nivel específico.
Aislamiento Acústico
- Para medir la intensidad del sonido o el ruido ambiente, el micrófono o decibelímetro se coloca en el punto donde se desea medir el sonido y se realiza una medición. La intensidad del sonido se mide en decibeles (dB) y se puede visualizar en la curva A o C.
- Si se requiere aislar el espacio, se coloca una bocina con ruido blanco afuera de una puerta o ventana de la habitación y se mide la presión sonor en decibeles a lado de la bocina.
- Posteriormente, se vuelve a medir la presión dentro de la habitación cerrada a un metro aproximadamente de la puerta o ventana para poder comparar la disminución de decibeles.
- Ambas mediciones se calculan tanto con la curva A y con la curva C. La curva A atenúa en cierta medida las frecuencias graves, y está diseñada para emular el oído humano. La curva C es mucho más plana, no discrimina las frecuencias graves y fue diseñada para medir ambientes con ruido de alto nivel.
Una vez que se han recopilado los datos, se pueden analizar para determinar las características acústicas de la sala y hacer recomendaciones para mejorar la calidad del espacio.
Es importante destacar que realizar una medición acústica adecuada requiere de un conocimiento técnico y experiencia en el manejo del equipo de medición, por lo que es recomendable contar con un profesional en el campo acústico.
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