Es importante aclarar algunos conceptos relacionados con las trampas de graves, ya que este tema está rodeado de muchos mitos en el campo de la acústica. No existe tal cosa como una trampa de bajos de hule espuma. El hule espuma no es eficiente para absorber frecuencias bajas. Para absorber dichas frecuencias, este material debe tener un grosor considerable, siguiendo la “ley del cuarto de longitud de onda”.
El uso de hule espuma u otros materiales porosos con el grosor adecuado para absorber frecuencias graves puede resultar en una reducción excesiva de las frecuencias agudas, lo que afecta el balance acústico de tu habitación. Cualquier negocio o profesional que lo venda como tal te está engañando.
La absorción en frecuencias graves en el espectro audible es normalmente difícil de lograr. Las trampas de bajos están diseñadas para absorber las ondas estacionarias del espacio por medio de la resonancia, por lo que es mejor llamarlos resonadores.
Estos resonadores ayudarán a balancear la respuesta de frecuencia de tu habitación y eliminar cualquier cancelación o amplificación no deseada de frecuencias. Estos están formados por una caja o cavidad de una profundidad considerable y se "afinan" a una frecuencia específica que se desea tratar.
Existen tres tipos de resonadores: de ranura, de membrana y perforados (o de Helmholtz).
Resonadores perforados (o de Helmholtz)
Consisten en una cavidad con un orificio de tamaño específico. Las ondas de baja frecuencia que entran en la cavidad se desplazan a través del orificio y generan una oscilación o resonancia en la cavidad. Esta oscilación absorbe la energía de las ondas de baja frecuencia y las reduce.
Resonadores de membrana
Están compuestos por una membrana tensa, generalmente de madera, que vibra en respuesta a las ondas de frecuencias graves que la impactan. La vibración de la membrana absorbe la energía de las ondas de baja frecuencia y las reduce.
Resonadores de ranura
Consisten en una cavidad profunda que tiene una ranura estrecha en la parte frontal. Cuando las ondas de baja frecuencia alcanzan la ranura, se desplazan a lo largo de ella y penetran en la cavidad. A medida que las ondas de baja frecuencia se mueven a través de la cavidad, pierden energía y son absorbidas.
Es importante tener en cuenta que cada espacio es único y que los resonadores no son una solución mágica para todos los problemas acústicos de una habitación. Deben utilizarse en conjunto con otros materiales acústicos para lograr un tiempo de reverberación óptimo en el espacio.
Además, la ubicación y el tamaño de los resonadores también pueden afectar su efectividad. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar con un profesional de la acústica para diseñar y construir un sistema personalizado que se adapte a las necesidades específicas de tu habitación.
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